Ahora que se acerca el verano y los termómetros no paran de subir es vital hidratarnos correctamente para no sufrir un golpe de calor. Uno de los principales problemas asociados a las altas temperaturas es el riesgo de deshidratación. Y para combatirlo, qué mejor que beber agua mineral natural, ya que nos ayudará a mantener un nivel óptimo de hidratación, a combatir la sed y a reponer líquidos.
Os ofrecemos algunos consejos para mantenernos bien hidratados frente a las altas temperaturas:
- No esperar a tener sed para beber agua. De hecho, la sed es el sistema que tiene nuestro cuerpo para avisarnos de que ya ha comenzado el proceso de deshidratación. ¡Un consejo!: tener agua siempre accesible. Para ello debemos llevar un botellín de agua en el bolso, mochila, o tenerlo a mano en el trabajo o en casa para recordar que debemos beber agua. Afortunadamente, existen en el mercado envases manejables que permiten llevarlos a cualquier parte cómodamente.
- Es conveniente beber 8 vasos de agua diarios (entre 2 y 3 litros) para reponer las pérdidas de agua de nuestro organismo y ayudar a mantener una buena hidratación durante todo el día. Esas cantidades pueden variar en función de la edad, el sexo y la actividad física. Recuerda que es un nutriente esencial y la mayor fuente de salud.
- Se recomienda beber antes, durante y después de realizar cualquier actividad física. Antes: para que nuestro cuerpo cuente con reservas de agua. Lo idóneo es ingerir entre 500-600 ml de agua una hora antes. Durante: también debemos reponer el agua y los electrolitos perdidos a través del sudor durante el ejercicio. Por eso es conveniente ir provisto de un botellín para dar pequeños sorbos. Y después del ejercicio es imprescindible para recuperar los músculos y compensar la pérdida de líquidos y sales.
- Acostumbrarse a beber agua antes de salir de casa. No salgas sin beber un poco de agua. Eso sí, recuerda que también es importante llevar encima un botellín de agua para hidratarnos en cualquier momento y lugar.
- A las mujeres embarazadas o en época de lactancia se les recomienda beber 3 litros de agua cada día. La hidratación es clave durante estos meses, ya que contribuye al correcto desarrollo del bebé y al buen estado físico de la madre. El agua también es buena para la formación del líquido amniótico y para satisfacer las necesidades del pequeño. Tras el parto, el agua supone entre el 85-90% de la composición de la leche materna. Por eso es tan importante aumentar la ingesta de agua en esta época.
- Ofrecer constantemente agua a los niños y a las personas mayores, ya que son más vulnerables de sufrir deshidratación. Los ancianos necesitan un aporte extra de agua para mantenerse hidratados, ya que a edades avanzadas disminuye la proporción de agua en el cuerpo y la sensación de sed. Una buena idea es dejarles siempre cerca un botellín, para recordarles que deben beber agua. Y a los más pequeños hay que ofrecerles agua -en épocas de calor aún más- porque todavía no son conscientes de la sensación de sed. Y más importante aún, que vean un claro ejemplo en los padres, cuidadores y profesores de lo importante que es tener una correcta hidratación.
Agua mineral natural, la opción más saludable
Pero no sólo es importante beber una cantidad adecuada de agua, sino que también sea de buena calidad. El Instituto de Investigación, Agua y Salud (IIAAS) recuerda que el agua mineral natural es una opción más saludable y natural porque es pura en su origen y, gracias a ello, no necesita ni recibe ningún tratamiento químico para su consumo y, además, posee una composición constante.”. Sin duda, una adecuada ingesta de agua mejora nuestra calidad de vida.
¿Te animas a seguir estos consejos? ¿Bebes lo suficiente en épocas de mucho calor? No lo olvides… ¡Lleva siempre contigo un botellín de agua mineral!
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