El agua mineral natural en la infancia
Para la Asociación Española de Pediatría, una sociedad científica con casi un siglo de andadura, la promoción de una alimentación saludable entre los más pequeños es una cuestión clave, no sólo para mejorar y mantener su salud durante la etapa infantil, sino para asegurarles, en la medida de lo posible, una mejor calidad de vida como adultos del mañana.
Dentro de una alimentación saludable son tan importantes los alimentos que la conforman, con sus raciones diarias recomendadas, como las bebidas a incluir. En este sentido, se puede decir que el agua mineral natural constituye una de las bebidas recomendadas en la infancia. Durante el primer año de vida, es aconsejable el uso de agua mineral natural para la preparación de biberones, ya que gracias a su pureza original y a la ausencia de tratamientos químicos y microbiológicos no necesita nunca ser hervida. Durante la edad infantil y la adolescencia, el agua, junto con la leche, son las dos bebidas más habituales en la alimentación.
De hecho, el agua es la bebida que deben consumir los niños tanto en las comidas como fuera de ellas como una estrategia de hábito de vida saludable, que ayudará a prevenir el sobrepeso. De este modo, su consumo como bebida de referencia en la mesa ha de extenderse también a la escuela. Hay interesantes trabajos que demuestran cómo el consumo de más agua en los colegios durante todo un curso escolar se acompañaba de un descenso del 31% del riesgo de sobrepeso.
No hay que olvidar, además, que el niño debe beber una cantidad diaria adecuada de agua, que oscila entre 0,6 litros en el primer año de vida y 1,8 a 2,6 litros en la adolescencia. Si esta cantidad de agua proviene del agua mineral natural, estaremos ofreciendo a los más pequeños una bebida pura, libre de tratamientos químicos y microbiológicos y con una composición mineral constante en el tiempo que consta en su etiquetado, por lo que el pediatra podrá recomendar determinadas aguas minerales en función de la concentración de sodio, calcio y flúor, fundamentalmente.
Para la Asociación Española de Pediatría, junto con el Instituto de Investigación Agua y Salud, es un orgullo poner en sus manos esta publicación sobre el papel del agua mineral natural en la infancia.
Nuestro deseo es que sirva de orientación para padres, profesores y profesionales de la salud, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de los niños.
Profesora Da. Isabel Polanco Allué
Secretaria General
ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE PEDIATRÍA
UNA REFLEXIÓN DIRIGIDA A NUESTROS LECTORES
¿Por qué un libro sobre el agua mineral natural en la infancia? A pesar de que el agua mineral natural es una bebida que forma parte de la vida cotidiana de niños y adultos, sus propiedades no son lo suficientemente conocidas por la población. Este desconocimiento ha motivado al Instituto de Investigación Agua y Salud a elaborar, en colaboración con la Asociación Española de Pediatría, y a editar la publicación El agua mineral natural en la infancia.
Las aguas minerales naturales son aguas de procedencia subterránea, saludables y puras desde su origen. Su composición mineral constante permanece inalterable y viene determinada por el tipo de roca por la que discurre, por el tiempo de permanencia en el subsuelo y por la temperatura que tenga el acuífero en profundidad. Estas características son las que las diferencian del resto de las aguas.
Las aguas minerales naturales no requieren ningún tipo de tratamiento químico ni microbiológico para su consumo, ya que se envasan tal y como brotan del manantial, con una pureza original que se mantiene inalterable después de ser envasadas. Toda esta información, tal y como estipula la Ley, se refleja en su etiquetado donde se especifican la mineralización (cantidad de minerales) y el origen del agua, indicando el nombre del manantial o el lugar donde se extrae.
Otro aspecto un tanto desconocido aún por la población es el origen balneario de la gran mayoría del agua mineral natural. El auge de la actividad balnearia a finales del siglo XIX y principios del XX concentró en España más de quinientos manantiales de aguas minerales y 150 balnearios, sólo mencionando los más importantes. Y fue el deseo de los visitantes de seguir benefi ciándose de este tipo de agua en sus casas lo que hizo que empezaran a envasarse y a comercializarse bajo la denominación de “minero-medicinal”, primero en las farmacias y, ya en los años sesenta, en tiendas de alimentación debido a la gran demanda de los consumidores.
Fue precisamente el estudio reiterado de estas características medicinales del agua mineral lo que dio lugar, en 1912, a la creación de la Cátedra de Hidrología Médica en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, una Cátedra a la que hace 22 años me honro en pertenecer y que está aportando interesantes conocimientos sobre las aguas minerales naturales.
En la actualidad, hay que subrayar la importancia del agua mineral natural como elemento nutritivo básico, en el que destaca la ventaja fundamental de la composición constante de sus principales elementos mineralizantes por sus repercusiones beneficiosas para la salud.
Por otro lado, si bien es cierto que todas las aguas hidratan, también lo es que, a la hora de orientar a nuestros pequeños sobre cómo hidratarse o cómo saciar su sed de una manera adecuada, habría que tener en cuenta unos factores en los que con frecuencia no reparamos. Por este motivo, a través de esta publicación, queremos aportar información de interés sobre esta bebida recomendada desde la edad infantil.
En definitiva, desde el Instituto de Investigación Agua y Salud, como entidad de carácter científico y divulgativo cuyo fin es desarrollar actividades encaminadas a la investigación y a la difusión de las características del agua mineral natural y su importancia para la salud, deseamos contribuir también, con la presente publicación, a compartir nuestro conocimiento sobre este alimento, esta vez desde la perspectiva de la salud de los más pequeños.
Profesor D. Francisco Maraver Eyzaguirre
PRESIDENTE DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN
AGUA Y SALUD